Arreglos

 No estoy seguro de que “esto lo arreglamos entre todos” como se anuncia (o se ha anunciado) en esa controvertida campaña publicitaria con la que se pretende (o se ha pretendido) resucitar nuestro optimismo frente a la crisis económica. Pero sí creo que un arreglo entre dos facilitaría mucho las cosas. Estos dos son, obviamente, Gobierno y Oposición, o mejor dicho, el PSOE y el PP. Pero como el caso de España no es como el de Euskadi, ¡arreglados estamos! 

Si dejasen de mirarse al ombligo y elevasen sus miras, podrían asentar la economía española en un trípode esperanzador, levantado sobre tres pactos necesarios para superar la crisis actual: el político, entre ellos; el social, intermediando diligentemente entre las organizaciones empresariales y los sindicatos; y el territorial, armonizando adecuadamente las medidas anticrisis entre las distintas CC. AA que ellos controlan. Pero no, viven de gustarse y trabajan, sobre todo, para su propia supervivencia. Es el gran fallo de una democracia arreglada para ser mera partitocracia.

¿Qué pensaríamos de dos jefes de bomberos que, ante un incendio voraz, perdiesen el tiempo discutiendo sobre las medidas a tomar, atrincherándose en sus celos y recelos, aleccionando a sus cuadrillas para tomar posiciones ventajosas post-incendio, e incluso estorbando a los voluntarios que quieren entrar en el edificio para salvar personas y muebles? He utilizado ya en este blog la metáfora del incendio para referirme al problema del paro. Insisto en ella para resaltar el esperpéntico espectáculo de unos bomberos que no sólo no apagan el fuego sino que con sus desavenencias incluso lo atizan.

 Duelo

Tras más de dos años de crisis y quema, ya no hay excusas que valgan. No cuela decir que el Gobierno tiene el mando,  que no se entera ni hace nada, que no hace caso de nuestras propuestas salvadoras… como reprocha el PP. Ni convence reprochar a la Oposición que no colabore, que lo que mejor sabe hacer es corromperse y corromper, que es un partido de destrucción masiva…como replica el PSOE. Tampoco se atisba alternancia que valga. Creo que si el PP estuviese al mando y el PSOE en la oposición, pasaría lo mismo: se cruzarían fuegos artificiales en vez de sofocar  el fuego real. Porque quema encarar seriamente este problema, y ninguno de los dos quiere quemarse ante las próximas elecciones.

No sé si esto tiene arreglo, al menos a corto plazo. Temo que seguiremos quemándonos hasta que el incendio se extinga por sí solo (siempre acaba por apagarse; cuestión aparte son los daños y su reparto). El arreglo, si se hace, llevará tiempo y quizás implique cambiar nuestras reglas de juego fundamentales. Sí, cambiar la Constitución Española. ¿Por qué no? Basta ya de miedos a profanar esa especie de ‘sancta sanctorum’ que nos tiene arreglados de modo tan cuestionable. ¡Que se modifique ya para que nuestra democracia deje de ser una frívola partitocracia!. La cosa pública es demasiado seria como para confiársela sólo a los  partidos políticos, sobre todo si son dos en liza y además frivolizan (perdón por el ripio).

 

ojo de Araotz

Mejórese el sistema electoral introduciendo listas abiertas, o deléguese en instituciones independientes de los partidos políticos algunas decisiones cruciales, u horádese la roca del poder  para abrirlo a  los movimientos sociales, o reconviértase el Estado de las autonomías en un Estado federal, o hágase otra cosa conveniente …. pero ¡hágase ya algo nuevo!,  porque lo que hay no sirve, o al menos no parece que sirva. Pregunten, sino, a los cuatro millones de ciudadanos en paro.

 

 

Categories: Reflexión

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